Onasis duerme bocabajo
El Instituto Nacional de Inmigración holandés le concedió al cubano
Onasis Torres asilo político. El gobierno también le otorgó una casa
propia, dinero para amueblarla y posibilidades de estudio.
Nos conocimos en el campamento AZC Leersum, a las afueras
de Ámsterdam, durante un día fresco y largo en el que Onasis,
después de una tanda estresante de entrevistas, cocinó un arroz
congrí con bistec y vianda frita que yo agradecí tremendamente.
Desde entonces he pensado que Onasis ya ha vivido suficientes
momentos importantes en Holanda: la muerte del padre, el primero
empleo como emigrante, su casa fuera de un campamento, la
condición de asilado. A eso agreguémosle los días alegres, los días
tristes, las resacas, alguna fiebre, la gente que llega a la vida de uno
y la gente que se va.
Cuando alguien ha vivido esas y otras cosas en un lugar durante
una estancia determinada, no hay manera de que ese lugar no
empiece a asumirse como propio.
El Instituto Nacional de Inmigración holandés le concedió al cubano Onasis Torres asilo político. El gobierno también le otorgó una casa propia, dinero para amueblarla y posibilidades de estudio.
Nos conocimos en el campamento AZC Leersum, a las afueras de Ámsterdam, durante un día fresco y largo en el que Onasis, después de una tanda estresante de entrevistas, cocinó un arroz congrí con bistec y vianda frita que yo agradecí tremendamente.
Desde entonces he pensado que Onasis ya ha vivido suficientes momentos importantes en Holanda: la muerte del padre, el primero empleo como emigrante, su casa fuera de un campamento, la condición de asilado. A eso agreguémosle los días alegres, los días tristes, las resacas, alguna fiebre, la gente que llega a la vida de uno y la gente que se va.
Cuando alguien ha vivido esas y otras cosas en un lugar durante una estancia determinada, no hay manera de que ese lugar no empiece a asumirse como propio.